Los Misterios de Babilonia - La Saga del Cruzado 4

[profesorinternet]

Prefiero tratar de entrar en la ciudad

[Dark-kia]

Venga, a la callejuela de cabeza

[pkxxpk]

escurrirte hasta la callejuela y tratar de entrar en la Ciudad Roja (ve al 447)

[Valennor]

Nos colamos hacia la Ciudad Roja

447.
Aprovechando esta ocasión inesperada, te deslizas entre los carros y zigzagueas hasta la calleja. Por el momento no hay nadie, pero los ladrones están regresando. Te lanzas corriendo por el callejón, pero en el último momento uno de los ladrones te ve y todos se lanzan en tu persecución. Corres tan rápido como puedes, girando al azar para despistar a tus perseguidores, y te adentras cada vez más en el barrio. Ve al 358.


358.
Ya has dejado atrás a tus perseguidores y puedes volver a caminar con normalidad. Los habitantes de la Ciudad Roja te repugnan: es un auténtico museo de los horrores y, por más que te esfuerces, no consigues distinguir ni una sola persona de aspecto normal. Las amputaciones más horribles se acompañan de taras de todo tipo. ¡En este lugar realmente pareces un extranjero! Y, de hecho, todos los que te cruzas te miran con odio, pero por suerte no se atreven a atacarte. Aceleras el paso, con la esperanza de encontrar rápidamente la gárgola. Avanzas en la penumbra, listo para enfrentarte a los peores peligros, y de repente un ser deforme aparece bloqueándote el paso: es un jorobado gigantesco; su brazo izquierdo, demasiado largo, cuelga inerte a lo largo de su costado y roza el suelo; su ojo derecho es decididamente demasiado grande, le faltan varios dientes en la boca y un hilo de baba le cae por la barbilla. "¡Ahora Vremodho te matará!", exclama riendo. Agitando una gran maza con punta de hierro, se lanza al ataque.

JOROBADO FUERZA 15 VIDA 12

Si ganas, ve al 199.


"¡Vas a morir!", exclama el innoble jorobado

[Valennor]

¡Bueno! Pues esto ya es un señor combate, tenemos casi la misma Fuerza. Se albiran tortas por ambos lados

Empezamos el combate:

1º Asalto:
Nosotros: Dados 6 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 22
JOROBADO: Dados 9 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 24, nos hiere y causa 2 de daño, dejándonos con 25 Puntos de Vida.

2º Asalto:
Nosotros: Dados 11 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 27
JOROBADO: Dados 7 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 22, le herimos y le causamos 5 de daño, dejándolo con 7 Puntos de Vida.

3º Asalto:
Nosotros: Dados 6 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 22
JOROBADO: Dados 7 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 22, empatamos.

4º Asalto:
Nosotros: Dados 8 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 24
JOROBADO: Dados 10 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 25, nos hiere y causa 1 de daño, dejándonos con 24 Puntos de Vida.

5º Asalto:
Nosotros: Dados 6 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 22
JOROBADO: Dados 7 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 22, empatamos.

6º Asalto:
Nosotros: Dados 2 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 18
JOROBADO: Dados 7 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 22, nos hiere y causa 4 de daño, dejándonos con 20 Puntos de Vida.

7º Asalto:
Nosotros: Dados 9 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 25
JOROBADO: Dados 7 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 22, le herimos y le causamos 3 de daño, dejándolo con 4 Puntos de Vida.

8º Asalto:
Nosotros: Dados 5 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 21
JOROBADO: Dados 5 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 20, le herimos y le causamos 1 de daño, dejándolo con 3 Puntos de Vida.

9º Asalto:
Nosotros: Dados 7 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 23
JOROBADO: Dados 6 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 21, le herimos y le causamos 2 de daño, dejándolo con 1 Puntos de Vida.

10º Asalto:
Nosotros: Dados 10 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 26
JOROBADO: Dados 8 + Fuerza 15 = FUERZA DE ATAQUE 23, le herimos y le causamos 3 de daño, matándolo.

*****
Así queda nuestra Hoja de Personaje
PRESTE (MAESTRE) JUAN

FUERZA: 16
VIDA: (27) 20

ORO: 7 en la bolsa, 6 en el bolsillo

RACIONES DE AGUA: 3

Objetos Equipados:
-Espada (al cinto)
-Ojo de la Esfinge (al cuello)

Objetos en la Mochila (10 máximo):
-3 Raciones de Comida
-Barba postiza
-Serpiente de mentira
-Nariz postiza

OJO DE LA ESFINGE: No usado
CARISMA DEL PRESTE JUAN: No usado

[Valennor]

NARRACION DEL COMBATE:
El callejón es oscuro y húmedo, apenas iluminado por alguna antorcha lejana. Tus pasos resuenan sobre las losas mojadas cuando, de pronto, el jorobado aparece bloqueando la salida. Su silueta deforme se recorta contra la penumbra: un brazo arrastrando por el suelo, el ojo gigantesco brillando con locura, la baba colgando de sus labios. Con un rugido, levanta la maza de hierro y carga contra ti.

El primer golpe es devastador: logras alzar el escudo, pero la violencia atraviesa la defensa y te sacude con tal fuerza que sientes un dolor punzante en el pecho. Retrocedes un par de pasos, el metal vibrando en tu brazo.

No puedes ceder. Con un giro rápido, lanzas tu contraataque y tu espada se hunde en su costado. La sangre oscura tiñe el empedrado, pero la bestia apenas retrocede. Sus carcajadas deformes resuenan entre las paredes del callejón, haciendo que el aire parezca más denso y opresivo.

El duelo se convierte en un intercambio feroz: chispas saltan cuando acero y hierro chocan una y otra vez. El callejón vibra con cada mazazo que impacta contra muros o adoquines, levantando polvo y fragmentos de piedra. Dos veces lográis trabar armas, forcejeando en un equilibrio mortal, hasta que el monstruo te empuja atrás con la fuerza de un toro. Un golpe certero te alcanza, haciéndote tambalear, pero resistes.

Al final, tu disciplina prevalece. Tus tajos constantes van desgarrando la resistencia de tu enemigo: un corte profundo en el hombro, otro más en el costado, hasta que apenas puede mantenerse en pie. El jadeo entrecortado del jorobado resuena como un animal herido.

Con un grito, alzas la espada y descargas un tajo mortal que atraviesa su pecho. El gigante deforme se desploma pesadamente sobre el empedrado, haciendo eco en el callejón como un trueno apagado.

El silencio vuelve, solo roto por tu respiración agitada y el lejano murmullo de la ciudad nocturna. Te quedas en pie, dolorido pero firme, sabiendo que has vencido en un combate que podría haber terminado de otra forma.

[Valennor]

199.
El cadáver del jorobado te inspira repugnancia, y te alejas con la esperanza de no encontrarte con más sorpresas desagradables. Sigues avanzando por los callejones, y tu espada desenvainada ahuyenta a la mayoría de los mendigos. Todo parece tranquilo, pero no te haces demasiadas ilusiones: podría pasar algo en cualquier momento y tienes que encontrar lo antes posible la plaza con la gárgola, así que aceleras el paso. Te dejas llevar por el azar y en poco tiempo llegas a una plaza, aunque no es la que buscas: un hombre, medio escondido en el hueco de una puerta, te toma por sorpresa; es tuerto y deforme, y te bloquea el paso gritando: "¡Koshen, ven a ver lo que he encontrado!" Armado con un hacha, se abalanza sobre ti.

LAIMI FUERZA 6 VIDA 8

Si tus Puntos de Vida bajan a 1, ve al 76. Si ganas, ve al 284.

[Valennor]

Empezamos el combate:

1º Asalto:
Nosotros: Dados 4 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 20
LAIMI: Dados 8 + Fuerza 6 = FUERZA DE ATAQUE 14, le herimos y le causamos 6 de daño, dejándolo con 2 Puntos de Vida.

2º Asalto:
Nosotros: Dados 6 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 22
LAIMI: Dados 10 + Fuerza 6 = FUERZA DE ATAQUE 16, volvemos a herirle y le causamos otros 6 de daño, matándolo.

[Valennor]

284.
El amigo al que ha llamado el tuerto acude en su ayuda, pero es demasiado tarde: acabas de matar a tu adversario. Te da tiempo, pues, de revolverte contra él. El recién llegado es un manco que ha transformado el extremo de su brazo amputado en una especie de maza llena de púas; parece saber manejarla muy bien y se abalanza sobre ti.

KOSHEN FUERZA 7 VIDA 6

Si ganas, ve al 129.

[Valennor]

Empezamos el combate:

1º Asalto:
Nosotros: Dados 7 + Fuerza 16 = FUERZA DE ATAQUE 23
KOSHEN: Dados 4 + Fuerza 7 = FUERZA DE ATAQUE 11, le herimos y le causamos 12 de daño, matándolo en el acto.

[Valennor]

NARRACION DEL COMBATE:
El tuerto surge de las sombras con un grito ronco, el filo de su hacha brillando bajo la escasa luz de la plaza. Apenas tiene tiempo de blandir el arma cuando tu espada se adelanta: un tajo limpio lo hiere de gravedad, haciéndolo retroceder tambaleante con un alarido. Intenta rehacerse para golpear de nuevo, pero tu hoja ya lo atraviesa con precisión, derribándolo en un charco de sangre.

No hay respiro. De la penumbra aparece el hombre al que llamaba: Koshen, un manco con el brazo terminado en una grotesca maza de hierro erizada de púas. La levanta con violencia, dispuesto a aplastarte, pero tu reacción es fulminante. Giras sobre ti mismo y clavas tu espada con tal fuerza que el golpe le atraviesa el torso antes de que pueda descargar su ataque. Koshen cae de rodillas, con la mirada incrédula, y luego se desploma sin vida junto al cuerpo del tuerto.

[Valennor]

129.
Los dos cadáveres yacen a tus pies y por fin puedes recuperar el aliento. La lúgubre luz de la luna da un aire sombrío a la plaza, donde poco a poco se está reuniendo una multitud de mendigos. No se atreven a atacarte, intimidados por tu espada, pero esto no durará mucho. Es mejor huir por las callejuelas cercanas. Ve al 50.

50.
Los ladrones se están reuniendo para ir a buscarte. Has dejado muchos cadáveres a tu paso y no te queda mucho tiempo: te lanzas a una carrera loca por la ciudad, desesperado por llegar a Mahal, y de repente llegas a una plaza en la que se alza una fuente. La luz de la luna es suficiente para que veas que la estatua que corona la fuente representa una gárgola. Solo hay tres casas que dan a esta plaza, y el lugar parece bastante desierto, pero al acercarte descubres a un hombre sin piernas, con los brazos completamente atrofiados, que te pide ayuda: una rueda de su carro está atascada en una rejilla de alcantarilla. Es inofensivo a todas luces. Si deseas ayudarlo, ve al 88. Si prefieres entrar inmediatamente en una de las casas, ve al 53.

[Jotavillano]

Hacen mención a unos ladrones, y parece que es como hubieran aparecido de la nada, creo que para dar sentido habría que cambiar esto, que viene de cuando estábamos escondidos detrás de los carros esperando:

Las horas de espera pasan lentamente y el sueño comienza a hacerse sentir, pero de repente hay un cambio de escena: una docena de hombres se unen a los mendigos
Las horas de espera pasan lentamente y el sueño comienza a hacerse sentir, pero de repente hay un cambio de escena: una docena de hombres, que a todas luces tienen pinta de ladrones, se unen a los mendigos

Venga, vamos a ayudar al probe

PD: Teníamos escudo?????