Traducción del 14 LS: Cautivos en Kaag
Publicado: 23-Abr-2005, 16:01
Vale. Me he vuelto rematadamente loco y sigo la estela de Inno.
Pero debo aclarar unas cosas a lo primero:
1) Como dice Inno la traducción es compleja.
2) No soy traductor profesional.
3) No tengo tiempo...
¿ENTONCES?
Me explico, he vuelto al redil opositor y eso consumirá gran parte de mi tiempo (escaso) libre. Tendré que estudiar el 90% del día, así que aprovecharé el tiempo de la cena para hacerlo. Lo malo es que soy muy lento. Sí. Sé mucho inglés, pero escribir lo que yo quiero y ya tengo pensado no es lo mismo que traducir lo que escribió Dever hace 20 años...
Para mi traducir no equivale a literalidad. Más que traducir, aadapto, si se puede llamar así y si algo que está en inglés no funciona en español lo adaptp a lo que si lo haga (respetando siempre, claro, el espíritu del libro). Y si hay que quiat una palabra redundante que en spanish suena fatal se quita. Y si hay que reestructurar una frase para que suene bien y hay que meter una plabra que no está en el original para ello, lo hago. No sé si os parece bien. Pero es que de la otra manera, y lo he intentado varias veces, parace un ejercicio hecho por un escolar de primaria...Por ejemplo, el titulo del 14 sería "Los cautivos de Kaag", a mi me suena mejor "Cautivos en Kaag", pero es opinable, eh?
Dentro de un mes, es decir, a partir del 20 de mayo acaba el curso que me consume el tiempo de lunes a miércoles por las tardes. Desde entonces dispondré de más libertad (es un decir) para traducir. Libertad quiere decir a partir de las 22:00...
Y para muestra, un botón...
CCAUTIVOS EN KAAG
EL PRINCIPIO DE LA HISTORIA…
Eres el Gran Maestro Lobo Solitario, el último de los Señores del Kai de Sommerlund y el único superviviente de la masacre que exterminó a la élite de la casta de guerreros de la Primera Orden.
Es el año 5075 de la Era de la Piedra de Luna y veinticinco años han pasado desde que tus bravos compatriotas perecieron en las manos de los Señores de la Oscuridad de Helgedad. Estos campeones del mal, enviados por Naar, Rey de la Oscuridad, para destruir la fértil Magnamund, fueron destruidos en aquel entonces. Juraste acabar con los asesinos de los Kai y cumpliste tu promesa, pues fuiste tú quien provocaste su caída infiltrándote en su impío dominio- las Tierras Oscuras- y destruiste a su líder, el Archiseñor Gnaag y la ciudad infernal de Helgedad, donde moraba su poder.
Con su destrucción el caos se apoderó de los ejércitos de los Señores de la Oscuridad que, hasta el momento, presionaban para conquistar por completo el Norte de Magnamund. Algunas facciones, sobre todo los bárbaros Drakkarim, compitieron entre sí para hacerse con el control. El desorden pronto desembocó en una guerra civil tiempo que aprovecharon las Tierras Libres del norte de Magnamund para recuperarse y lanzar una contraofensiva. Con habilidad sus caudillos sacaron provecho del caos y aseguraron una pronta y total victoria sobre unos enemigos que les superaban en número.
Durante cinco años la paz reinó en Sommerlund. Bajo tu guía el Monasterio, que una vez fue sólo ruinas, ha sido reconstruido y restaurado en toda su gloria. Y la tarea de entrenar a una Segunda Orden de guerreros con las habilidades y el orgullo de tus antecesores está en marcha. La nueva generación de novicios, todos nacidos en la época de la guerra contra los Señores de la Oscuridad, poseen latentes habilidades del Kai y son una gran promesa. Estas habilidades serán alimentadas y pulidas durante su paso por el Monasterio. De manera que puedan inspirar a las futuras generaciones asegurando la protección de tu país en el futuro.
Conseguir llegar al rango de Gran Maestro del Kai trajo consigo grandes recompensas. Algunas esperadas, como la restauración y la eterna gratitud de tus compatriotas sommerlundeses. Sin embargo otras no podían haber sido previstas. El descubrimiento de que en tu interior existía el potencial para desarrollar las Disciplinas del Kai más allá del Magnakai que, hasta ahora, se creía que era lo máximo a lo que un Maestro del Kai podía aspirar, fue una verdadera revelación. Tu descubrimiento te ha inspirado emprender un camino en busca de la sabiduría y el poder que ningún otro Señor del Kai ha poseído. En el nombre de tu creador, el Dios Kai, y para mayor gloria de Sommerlund y la Diosa Ishir, has prometido llegar a la cúspide del Kai. Dominar todas las Disciplinas de los Grandes Maestros y convertirte en el Maestro Supremo del Kai.
Con diligencia y determinación completaste la restauración del Monasterio y entrenaste a la Segunda Orden de novicios. Tus esfuerzos pronto se vieron recompensados y, en el breve espacio de dos años, los primeros novicios se convirtieron en un grupo de aventajados Maestros del Kai que, a su vez, comenzaron a enseñar sus habilidades a posteriores novicios. Pronto los Maestros del Kai estuvieron a la altura de sus nuevas responsabilidades, dejándote más tiempo libre para dedicarlo a perfeccionar las Disciplinas de los Grandes Maestros.
Durante este tiempo también fuiste iniciado en los caminos de la magia por dos de tus amigos de más confianza y consejeros: el Maestro de Gremio Banedon, líder de la Hermandad de la Estrella de Cristal y Lord Rimoah, portavoz del Alto Consejo de los Ancianos Magos.
En lo más profundo de los subterráneos del Monasterio, a cien pies de profundidad debajo de la Torre del Sol, ordenaste que se construyera una cámara especial. En ella, construida con granito y oro, colocaste las siete piedras de la sabiduría de Nyxator, las gemas con el poder de Kai que recuperaste durante tu búsqueda del Magnakai. Es aquí donde, bañado por la luz dorada de las radiante gemas, has pasado interminables horas en la búsqueda de la perfección. A veces solo, a veces acompañado de Banedon y Rimoah has trabajado duro para desarrollar tus innatas Disciplinas de Gran Maestro y comprender los secretos de la magia de la Mano Izquierda y del Antiguo Reino. Durante este periodo percibiste cambios notables que se producían en tu cuerpo: te volviste física y psíquicamente más fuerte, tus cinco sentidos se agudizaron más allá de lo que habías experimentado hasta el momento y, quizás lo más destacable, es que envejecías a un ritmo más lento de lo normal. Ahora por cada cinco años que transcurren tú envejeces sólo uno.
Al mismo tiempo muchos cambios se producían más allá de las fronteras de Sommerlund. En las regiones al Nordeste de Magador y en la Garganta de Maaken, los Ancianos Magos de Dessi y los Herbalistas de Bautar trabajaron codo con codo para devolver a las polvorientas tierras baldías su antigua fertilidad. Fue el primer paso para reclamar todas las Tierras Oscuras. Sin embargo, fue un proceso dolorosamente lento y ambas partes se resignaron a que los esfuerzos para deshacer el daño causado por los Señores Oscuros tardarían, más que años, siglos en completarse.
Lejos, en Occidente, los Drakkarim se han retirado a sus tierras natales y combatían contra los Lencianos. Gran parte de las tierras de Nyras habían sido reclamadas por el rey Sarnac, el comandante Lenciano, y su estandarte ondeaba sobre territorios que una vez, hace dos mil años, perteneció a Lencia.
Tras la destrucción de los Señores de la Oscuridad de Helgedad, las más tropas más numerosas de las huestes de Gnaag, los Giaks, huyeron a las Tierras Oscuras encontrando refugio en la gigantesca fortaleza de Nadgazad, aarnak, Gourmet y Kaag. En cada una de ellas estallaron virulentas luchas por su control entre restos de los Xhaghash (Señores de la Oscuridad menores) y los Nadziranim (los diabólicos practicantes de la magia de la Mano Derecha que en ocasiones ayudan a los Señores de la Oscuridad. Se cree que para cuando los Ancianos Magos y los Herbalistas lleguen a los muros de las fortalezas sus ocupantes habrán perecido hace tiempo.
En todo el Norte de Magnamund reina la paz y los pueblos de los reinos Libres se regocijan con la certeza de que la era de los Señores de la Oscuridad ha llegado a su fin. Los hombres han cambiado sus espadas por azadas y los escudos por arados y ahora marchan únicamente por los surcos de campos fértiles. Pocos ojos otean el horizonte ytemiendo lo que pueda aparecer aunque todavía hay quien mantiene la vigilancia puesto que los agentes de Naar adoptan muchas formas y aguardan en las sombras a la espera de una oportunidad.
Hace tan solo seis meses los perversos druidas Cener de Ruel trataron de llevar a cabo la venganza de Naar. Bajo secreto, en los laboratorios de la impía fortaleza de Mogaruith habían trabajado para crear una virulenta plaga capaz de exterminar a todo ser vivo sobre Magnamund excepto a los de su clase. Tales noticias llegaron a oidos de Lord Rimoah quien apremió a las Naciones Libres a empuñar las armas contra Ruel. Con presteza respondieron a la llamada pero la invasión terminó en fracaso. Siete mil hombres marcharon con el objetivo de arrasar la ciudadela de Mogaruith hasta los cimientos. Siete mil marcharon sobre el Reino Oscuro; sólo setenta regresaron con vida. Los Ceners estaban a días de perfeccionar su arma definitiva cuando aceptaste el desafío de aventurarte en Mogaruith en solitario. A pesar de las abrumadoras dificultades desbarataste sus planes destruyendo el virus y los instrumentos con los que fue creado.
Tras volver victorioso de Ruel regresaste a Sommerlund, al Monasterio del Kai, donde reanudaste tus obligaciones como Gran Maestro. Tres meses más tarde, con la primera nevada del invierno recibiste la visita de Lord Rimoah. Una vez más como obligado portador de malas noticias. Tu amigo el Maestro de la Hermandad Banedon ha sido capturado por un grupo de Giaks bajo el mando hechiceros Nadzidranim mientras se encontraba trabajando en la restauración de las tierras baldías proximas a la garganta de Maaken. Aunque se intentó rescatarlo los Nadziranim exterminaron sin piedad a quienes intentaron perseguir su huida hacia las Tierras Oscuras.
“Los Nadzinarim han crecido en arrojo últimamente”- las palabras de Lord Rimoah suenan teñidas de temor y amargura- “Vuelven a ser poderosos y arden en deseos de demostrarlo. Sólo alguien de considerable poder podía llevarse a Banedon”.
“¿Pero por qué Banedon?”- inquieres al tiempo que tratas de asimilar lo que significa la pérdida de tu amigo.
“Temo que los Nadzinarim pretenden extraer de él los secretos de la Magia de la Mano Izquierda de manera que puedan unirla a su propia magia. Tal unión les otorgaría un poder enorme. Sería el heraldo del resurgimiento de las Tierras Oscuras”.
Recuerdas la última vez que se intentó unir los caminos de ambas magias resultó ser una catástrofe para Magnamund. Vonotar, el Traidor, un mago de la misma Hermandad que Banedon. Traicionó a la patria a cambio de obtener el poder de los Nadzinarim. Fue su traición la que permitió la invasión de Sommerlund y la destrucción de la primera Orden del Kai.
“¿Qué podemos hacer?- preguntas a Lord Rimoah temeroso de que pueda ser demasiado tarde para salvar a tu amigo.
“Banedon vive aún, de eso estoy seguro. Los Nadzinarim lo han llevado a la antigua fortaleza de Kaag. Su vida corre peligro. Pero no le matarán hasta que consigan arrancarle el conocimiento que anhelan. Sólo podemos rezar para que sea lo suficientemente fuerte para resistir hasta que…”. Lord Rimoah te lanza una mirada que no precisa de más palabras. Es evidente que la única esperanza para Banedon reside en que sea rescatado de Kaag, y sólo una persona puede afrontar la peligrosa misión con expectativas de éxito.
“Sea entonces,” –dices resueltamente-, “Acepto la misión. Marcharé solo a Kaag y lo liberaré…o moriré en el intento!.
Pero debo aclarar unas cosas a lo primero:
1) Como dice Inno la traducción es compleja.
2) No soy traductor profesional.
3) No tengo tiempo...
¿ENTONCES?
Me explico, he vuelto al redil opositor y eso consumirá gran parte de mi tiempo (escaso) libre. Tendré que estudiar el 90% del día, así que aprovecharé el tiempo de la cena para hacerlo. Lo malo es que soy muy lento. Sí. Sé mucho inglés, pero escribir lo que yo quiero y ya tengo pensado no es lo mismo que traducir lo que escribió Dever hace 20 años...
Para mi traducir no equivale a literalidad. Más que traducir, aadapto, si se puede llamar así y si algo que está en inglés no funciona en español lo adaptp a lo que si lo haga (respetando siempre, claro, el espíritu del libro). Y si hay que quiat una palabra redundante que en spanish suena fatal se quita. Y si hay que reestructurar una frase para que suene bien y hay que meter una plabra que no está en el original para ello, lo hago. No sé si os parece bien. Pero es que de la otra manera, y lo he intentado varias veces, parace un ejercicio hecho por un escolar de primaria...Por ejemplo, el titulo del 14 sería "Los cautivos de Kaag", a mi me suena mejor "Cautivos en Kaag", pero es opinable, eh?
Dentro de un mes, es decir, a partir del 20 de mayo acaba el curso que me consume el tiempo de lunes a miércoles por las tardes. Desde entonces dispondré de más libertad (es un decir) para traducir. Libertad quiere decir a partir de las 22:00...

Y para muestra, un botón...
CCAUTIVOS EN KAAG
EL PRINCIPIO DE LA HISTORIA…
Eres el Gran Maestro Lobo Solitario, el último de los Señores del Kai de Sommerlund y el único superviviente de la masacre que exterminó a la élite de la casta de guerreros de la Primera Orden.
Es el año 5075 de la Era de la Piedra de Luna y veinticinco años han pasado desde que tus bravos compatriotas perecieron en las manos de los Señores de la Oscuridad de Helgedad. Estos campeones del mal, enviados por Naar, Rey de la Oscuridad, para destruir la fértil Magnamund, fueron destruidos en aquel entonces. Juraste acabar con los asesinos de los Kai y cumpliste tu promesa, pues fuiste tú quien provocaste su caída infiltrándote en su impío dominio- las Tierras Oscuras- y destruiste a su líder, el Archiseñor Gnaag y la ciudad infernal de Helgedad, donde moraba su poder.
Con su destrucción el caos se apoderó de los ejércitos de los Señores de la Oscuridad que, hasta el momento, presionaban para conquistar por completo el Norte de Magnamund. Algunas facciones, sobre todo los bárbaros Drakkarim, compitieron entre sí para hacerse con el control. El desorden pronto desembocó en una guerra civil tiempo que aprovecharon las Tierras Libres del norte de Magnamund para recuperarse y lanzar una contraofensiva. Con habilidad sus caudillos sacaron provecho del caos y aseguraron una pronta y total victoria sobre unos enemigos que les superaban en número.
Durante cinco años la paz reinó en Sommerlund. Bajo tu guía el Monasterio, que una vez fue sólo ruinas, ha sido reconstruido y restaurado en toda su gloria. Y la tarea de entrenar a una Segunda Orden de guerreros con las habilidades y el orgullo de tus antecesores está en marcha. La nueva generación de novicios, todos nacidos en la época de la guerra contra los Señores de la Oscuridad, poseen latentes habilidades del Kai y son una gran promesa. Estas habilidades serán alimentadas y pulidas durante su paso por el Monasterio. De manera que puedan inspirar a las futuras generaciones asegurando la protección de tu país en el futuro.
Conseguir llegar al rango de Gran Maestro del Kai trajo consigo grandes recompensas. Algunas esperadas, como la restauración y la eterna gratitud de tus compatriotas sommerlundeses. Sin embargo otras no podían haber sido previstas. El descubrimiento de que en tu interior existía el potencial para desarrollar las Disciplinas del Kai más allá del Magnakai que, hasta ahora, se creía que era lo máximo a lo que un Maestro del Kai podía aspirar, fue una verdadera revelación. Tu descubrimiento te ha inspirado emprender un camino en busca de la sabiduría y el poder que ningún otro Señor del Kai ha poseído. En el nombre de tu creador, el Dios Kai, y para mayor gloria de Sommerlund y la Diosa Ishir, has prometido llegar a la cúspide del Kai. Dominar todas las Disciplinas de los Grandes Maestros y convertirte en el Maestro Supremo del Kai.
Con diligencia y determinación completaste la restauración del Monasterio y entrenaste a la Segunda Orden de novicios. Tus esfuerzos pronto se vieron recompensados y, en el breve espacio de dos años, los primeros novicios se convirtieron en un grupo de aventajados Maestros del Kai que, a su vez, comenzaron a enseñar sus habilidades a posteriores novicios. Pronto los Maestros del Kai estuvieron a la altura de sus nuevas responsabilidades, dejándote más tiempo libre para dedicarlo a perfeccionar las Disciplinas de los Grandes Maestros.
Durante este tiempo también fuiste iniciado en los caminos de la magia por dos de tus amigos de más confianza y consejeros: el Maestro de Gremio Banedon, líder de la Hermandad de la Estrella de Cristal y Lord Rimoah, portavoz del Alto Consejo de los Ancianos Magos.
En lo más profundo de los subterráneos del Monasterio, a cien pies de profundidad debajo de la Torre del Sol, ordenaste que se construyera una cámara especial. En ella, construida con granito y oro, colocaste las siete piedras de la sabiduría de Nyxator, las gemas con el poder de Kai que recuperaste durante tu búsqueda del Magnakai. Es aquí donde, bañado por la luz dorada de las radiante gemas, has pasado interminables horas en la búsqueda de la perfección. A veces solo, a veces acompañado de Banedon y Rimoah has trabajado duro para desarrollar tus innatas Disciplinas de Gran Maestro y comprender los secretos de la magia de la Mano Izquierda y del Antiguo Reino. Durante este periodo percibiste cambios notables que se producían en tu cuerpo: te volviste física y psíquicamente más fuerte, tus cinco sentidos se agudizaron más allá de lo que habías experimentado hasta el momento y, quizás lo más destacable, es que envejecías a un ritmo más lento de lo normal. Ahora por cada cinco años que transcurren tú envejeces sólo uno.
Al mismo tiempo muchos cambios se producían más allá de las fronteras de Sommerlund. En las regiones al Nordeste de Magador y en la Garganta de Maaken, los Ancianos Magos de Dessi y los Herbalistas de Bautar trabajaron codo con codo para devolver a las polvorientas tierras baldías su antigua fertilidad. Fue el primer paso para reclamar todas las Tierras Oscuras. Sin embargo, fue un proceso dolorosamente lento y ambas partes se resignaron a que los esfuerzos para deshacer el daño causado por los Señores Oscuros tardarían, más que años, siglos en completarse.
Lejos, en Occidente, los Drakkarim se han retirado a sus tierras natales y combatían contra los Lencianos. Gran parte de las tierras de Nyras habían sido reclamadas por el rey Sarnac, el comandante Lenciano, y su estandarte ondeaba sobre territorios que una vez, hace dos mil años, perteneció a Lencia.
Tras la destrucción de los Señores de la Oscuridad de Helgedad, las más tropas más numerosas de las huestes de Gnaag, los Giaks, huyeron a las Tierras Oscuras encontrando refugio en la gigantesca fortaleza de Nadgazad, aarnak, Gourmet y Kaag. En cada una de ellas estallaron virulentas luchas por su control entre restos de los Xhaghash (Señores de la Oscuridad menores) y los Nadziranim (los diabólicos practicantes de la magia de la Mano Derecha que en ocasiones ayudan a los Señores de la Oscuridad. Se cree que para cuando los Ancianos Magos y los Herbalistas lleguen a los muros de las fortalezas sus ocupantes habrán perecido hace tiempo.
En todo el Norte de Magnamund reina la paz y los pueblos de los reinos Libres se regocijan con la certeza de que la era de los Señores de la Oscuridad ha llegado a su fin. Los hombres han cambiado sus espadas por azadas y los escudos por arados y ahora marchan únicamente por los surcos de campos fértiles. Pocos ojos otean el horizonte ytemiendo lo que pueda aparecer aunque todavía hay quien mantiene la vigilancia puesto que los agentes de Naar adoptan muchas formas y aguardan en las sombras a la espera de una oportunidad.
Hace tan solo seis meses los perversos druidas Cener de Ruel trataron de llevar a cabo la venganza de Naar. Bajo secreto, en los laboratorios de la impía fortaleza de Mogaruith habían trabajado para crear una virulenta plaga capaz de exterminar a todo ser vivo sobre Magnamund excepto a los de su clase. Tales noticias llegaron a oidos de Lord Rimoah quien apremió a las Naciones Libres a empuñar las armas contra Ruel. Con presteza respondieron a la llamada pero la invasión terminó en fracaso. Siete mil hombres marcharon con el objetivo de arrasar la ciudadela de Mogaruith hasta los cimientos. Siete mil marcharon sobre el Reino Oscuro; sólo setenta regresaron con vida. Los Ceners estaban a días de perfeccionar su arma definitiva cuando aceptaste el desafío de aventurarte en Mogaruith en solitario. A pesar de las abrumadoras dificultades desbarataste sus planes destruyendo el virus y los instrumentos con los que fue creado.
Tras volver victorioso de Ruel regresaste a Sommerlund, al Monasterio del Kai, donde reanudaste tus obligaciones como Gran Maestro. Tres meses más tarde, con la primera nevada del invierno recibiste la visita de Lord Rimoah. Una vez más como obligado portador de malas noticias. Tu amigo el Maestro de la Hermandad Banedon ha sido capturado por un grupo de Giaks bajo el mando hechiceros Nadzidranim mientras se encontraba trabajando en la restauración de las tierras baldías proximas a la garganta de Maaken. Aunque se intentó rescatarlo los Nadziranim exterminaron sin piedad a quienes intentaron perseguir su huida hacia las Tierras Oscuras.
“Los Nadzinarim han crecido en arrojo últimamente”- las palabras de Lord Rimoah suenan teñidas de temor y amargura- “Vuelven a ser poderosos y arden en deseos de demostrarlo. Sólo alguien de considerable poder podía llevarse a Banedon”.
“¿Pero por qué Banedon?”- inquieres al tiempo que tratas de asimilar lo que significa la pérdida de tu amigo.
“Temo que los Nadzinarim pretenden extraer de él los secretos de la Magia de la Mano Izquierda de manera que puedan unirla a su propia magia. Tal unión les otorgaría un poder enorme. Sería el heraldo del resurgimiento de las Tierras Oscuras”.
Recuerdas la última vez que se intentó unir los caminos de ambas magias resultó ser una catástrofe para Magnamund. Vonotar, el Traidor, un mago de la misma Hermandad que Banedon. Traicionó a la patria a cambio de obtener el poder de los Nadzinarim. Fue su traición la que permitió la invasión de Sommerlund y la destrucción de la primera Orden del Kai.
“¿Qué podemos hacer?- preguntas a Lord Rimoah temeroso de que pueda ser demasiado tarde para salvar a tu amigo.
“Banedon vive aún, de eso estoy seguro. Los Nadzinarim lo han llevado a la antigua fortaleza de Kaag. Su vida corre peligro. Pero no le matarán hasta que consigan arrancarle el conocimiento que anhelan. Sólo podemos rezar para que sea lo suficientemente fuerte para resistir hasta que…”. Lord Rimoah te lanza una mirada que no precisa de más palabras. Es evidente que la única esperanza para Banedon reside en que sea rescatado de Kaag, y sólo una persona puede afrontar la peligrosa misión con expectativas de éxito.
“Sea entonces,” –dices resueltamente-, “Acepto la misión. Marcharé solo a Kaag y lo liberaré…o moriré en el intento!.