El Ojo de la Esfinge

Si te atreves a ponerte en la piel de un Señor del Kai, si te crees capaz de desafiar a los Señores de la Oscuridad, o si deseas simplemete pasar un buen rato, entra y asume el riesgo... pero quedas advertido...
El Analandés
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Aviso de ausencia

Mañana me operan (¡por fin!) de la lesión de hombro izquierdo y estaré un par de días sin conectarme supongo. No os preocupéis, no os dejaré colgados, seguiré con la partida. Me dan un mes de baja y me voy a aburrir todo el día en casa, y como puedo escanear secciones y responder con el móvil, seguiré jugando.

Es un buen momento para dejar la partida en suspenso, así que pueden pasar unos días antes de afrontar nuevos desafíos en nuestra búsqueda de Shangri-La.

¡Nos vemos! :smt006
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alcaldekhare
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por alcaldekhare »

:smt023 Pues mucho ánimo entonces para la operacion. Que los dioses ishir y kai estén contigo.
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Dark-kia
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por Dark-kia »

Que vaya todo bien y que te recuperes pronto. Aquí te esperamos. :smt023
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

:smt010 Continuamos en breve.

Permanezcan atentos a sus pantallas. Se me ha acabado la baja y mañana tengo que ir a trabajar, :smt010 , pero mañana o el viernes retomo esta partida.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Para ambientar un poco, todo el mundo más o menos tiene una idea aproximada de cómo era el Antiguo Egipto gracias a los libros de arqueología y el cine, pero no está de más poner un par de ilustraciones bonitas que he encontrado por ahí

Aquí una del Faraón y su corte adorando a los dioses.. puede que incluse se trate del mismo Akhenatón

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El Analandés
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Esta podría ser Faltina o cualquiera de las bellezas egipcias que aparecen

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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Todo el mundo tiene una idea del aspecto de la antigua Roma gracias al cine, pero hay pocas películas sobre Egipto

Y aquí un par de pinturas de mi colección que ilustran cómo eran las armas y armaduras de los guerreros del faraón, las vestiduras típicas, los carros de guerra, los barcos.. son de distintas épocas claro, pero para hacerse una idea valen

Infantería egipcia

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1457 aC Batalla de Meggido, faraón Tutmosis III

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1190 aC Egipcios contra los Pueblos del Mar

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Dark-kia
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Mensaje por Dark-kia »

Muy chulas, si señor. .... ¡Venga, nos quitamos la arena de las sandalias y nos preparamos para continuar! :smt003
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alcaldekhare
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por alcaldekhare »

Pues venga, a las arenas! Ya la foto de la chavala egipcia parece que ha dado nuevas fuerzas a nuestro bendito monje :smt040 :smt040
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Lo siento en el alma dejaros tirados tanto tiempo, pero es que volver al trabajo y los problemas de salud que tengo me han dejado sin ganas de nada. Como ya había un par de partidas en curso no quería distraeros. Ahora que el foro está un poco parado retomo la aventura.

Resumen:

En su búsqueda de Shangri-La el Maestre Juan había viajado en el tiempo y el espacio al Antiguo Egipto en pos del sumo sacerdote Antarsis, que conoce el camino a la mística ciudad. Por desgracia has llegado a una época turbulenta de guerra civil entre el faraón Akhenatón que pretende imponer el monoteísmo, y la casta sacerdotal que defiende sus privilegios y el culto a los antiguos dioses.

Tras rescatar a sacerdotes cautivos en en el Templo de Amon Ra en Tebas, entre los que por desgracia no se encontraba Antarsis, bajaste por el Nilo en barco siguiendo la pista de que podía estar escondido en la Tumba de Hatseput. Tras grandes peligros y fatigas, para tu amarga decepción quién se hallaba allí era otro sacerdote, pero éste te dijo que Antarsis se hallaba escondido en las Pirámides en Giza, en concreto la cuarta, al lado de la Esfinge.

Con los soldados del faraón siguiéndote el rastro y con las ciudades por las que pasa el Nilo vigiladas, tienes que proseguir tu marcha por tierra, por la ruta de las caravanas. Te aprovisionaste y compraste equipo para acampar al raso, y a lomos de caballo, algo que sorprende a los egipcios, que en esta época sólo lo usan como animal de tiro, emprendiste la marcha para tratar de alcanzar la caravana. Un caballo trota más deprisa que una lenta caravana de camellos, la duda es si lograrás alcanzarla antes de que se te acabe el agua y las provisiones.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Tercera parte: Las Ardientes Arenas del Desierto

171

Cabalgas durante toda la tarde sin encontrar a nadie. Distingues a un par de tiros de flecha a la derecha un bosquecillo semioculto por una duna. Si prefieres seguir tu camino vete al 186. Si por el contrario quieres reposar en el oasis ve al 25
Dark-kia escribió: 17-Dic-2018, 22:14
¿Un oasis? Nos vendrá bien para descansar, reponer agua y puede que encontremos algunos dátiles. ¡Nos paramos! :smt045

Por cierto, primero dejamos comer y beber al equino, tienen un sexto sentido y puede que nos prevenga de envenenamientos indeseados o frutos no comestibles. Antes de acercarnos observamos bien que no haya ya inquilinos en el oasis y que no tengan malas intenciones (bandidos, hombres serpiente o guardias del faraón). Hay que ser precavidos, no es un libro normal, así que puede que también haya alguna criatura escondida al acecho (mantícora, grifo, esfinge, león, etc :smt017 )

:smt023

Comentario del narrador: Esto es lo que me gusta de jugar con gente. No me gustaba nada el que al meterte en el oasis te metías sin poder evitarlo y sin aviso en una trampa. Como Dark Kia ha tenido la precaución de prestar atención, puedo salirme del guión marcado en el libro.

Por cierto, hay un gazapo en el original lo he cambiado por "un par de tiros de flecha" lo que venía, "varias leguas". Una legua son cinco kilómetros. Aunque en el desierto se pueden avistar los objetos a gran distancia, me parece un desvío excesivo de tu tura, te llevaría horas llegar al oasis, no compensa.



Narración:

La perspectiva de descansar y no tener que consumir tu valiosa provisión de agua es alentadora, pero has pasado por tantos peligros que recelas de todo. De pie sobre los estribos escudriñas el oasis, por si hay gente o bestias en él, satisfecho de que no es un espejismo y que no se ve nada, trotas hacia el oasis, observando las reacciones de tu caballo, que aparte de dilatarse los ollares al olfatear el agua, parece tranquilo. No obstante, la brisa la tienes a la espalda, por lo que es posible que el caballo no pueda oler a ninguna bestia. Toda precaución es poca.

Según vas acercándote al oasis, una sensación de que hay algo fuera de lugar te desasosiega. Entonces te das cuenta. No ves las huellas de la caravana. Detienes a tu caballo que bufa impaciente. En efecto, al desviarte dejas de seguir el rastro. La caravana siguió de largo. No entiendes por qué, los oasis son escasos en el desierto. Debían tener mucha prisa, lo que te desalienta, pues te costará alcanzarlos. Pero eso no tiene sentido, ¿por qué no pararon al menos para abrevar los camellos y llenar los odres?

Cada vez más inquieto sigues acercándote, pero refrenas a tu corcel. Al acercarte más empiezas a distinguir objetos blancos brillantes desperdigados en torno al oasis. Piedras, supones... pero más cerca y los distingues mejor. No, no son piedras. Son huesos. De animales, ves las costillas y los cráneos de gacelas y otros pequeños animales. ¿Estará el agua del oasis mala y por eso la caravana la evita? Pero no, el agua debe ser dulce, pues tu caballo la habría olfateado y mostraría repulsión si es venenosa.

Bueno, nada de especial, te dices. Restos de las comidas de caravanas anteriores. Definitivamente tantas aventuras te han vuelto suspicaz... pero espera, no ves restos de hogueras.. qué raro... el corazón te da un vuelco cuando lo que creías que eran piedras redondas son en realidad cráneos blanqueados bajo el sol del desierto. Tiras de las riendas del caballo, que relincha y patea impaciente. Tratas de calmarte, el agua está cerca y tienes sed. No tiene nada de raro que hayan muerto algunos viajeros en este oasis. Y aunque los hayan sepultado, las hienas y chacales desentierran los cuerpos con facilidad. Sí, esa es la explicación de que los huesos estén partidos y desperdigados.

Te pasas la mano por la frente para quitarte el sudor. Estás cansado e imaginándote cosas. No ves a nadie emboscado, ni hay leones en el desierto. Puedes distinguir ya la fuente entre las rocas de donde mana el agua del oasis. Te acercas un poco más, el agua parece buena, y te quedas más tranquilo, nadie puede emboscarse entre las plantas ni las palmeras datileras. Descabalgas y llevas a tu caballo de la rienda.

Echas una última ojeada en derredor mientras caminas y algunos destellos te llama la atención. Ves desperdigados entre los huesos algunos objetos metálicos, en el ambiente seco del desierto apenas tienen herrumbre. Hebillas, botones, puntas de flecha, un puñal con la hoja quebrada.. algunas monedas de plata, aparte de jirones de ropas y hasta asoma una sandalia que tiene todavía los huesos del pie dentro.

Esto te da que pensar, ¿desde cuándo se sepulta un cadáver sin quitarle el calzado al menos? ¿Por qué nadie ha recogido las monedas? ¿Y por qué no hay señales de fuego de acampada ni desperdicios? Y ahora que te fijas por todas partes hay unas extrañas depresiones en la arena , parecidas a hormigueros.

Presa de una extraña inquietud, sientes escalofríos a pesar del calor. Decides que este lugar está maldito y alguna razón debe haber para que los viajeros lo eviten. A toda prisa, vuelves a montar, mientras tu caballo piafa y cocea, porque quiere acercarse a beber. Se revuelve y como no tienes riendas ni bocado, sólo una cuerda, se hace difícil manejar al bruto.

Todavía estás intentando controlar a tu caballo cuando oyes un rumor como de arena deslizándose. El caballo pone las orejas erectas y de repente se encabrita mientras relincha de miedo, como montas a pelo te deslizas y te tienes que abrazar al cuello del caballo y agarrar las crines para no caerte. Llenos de espanto, tanto tú como tu caballo, observáis cómo a pocos pasos de la arena emerge una pesadilla , una enorme forma negra que brilla al sol al caer la arena que la cubría. ¡Es un escorpión gigante! Es tan grande como un caballo y la cola se alza a más de seis pies de alto.

El enorme insecto camina hacia ti, sus seis patas en la arena dejan las extrañas marcas circulares que habías visto, sus dos pinzas chasquean con un ruido siniestro, mientras el aguijón se balancea.

Tu caballo sale despavorido al galope, te caes de la grupa y te abrazas al cuello, te das un impulso al golpear el suelo y vuelves a subirte, mientras el caballo galopa. El escorpión gigante os sigue, pero aunque es rápido para su descomunal tamaño, al poco ponéis distancia, y el insecto se detiene, chasqueando sus pinzas frustrado, y se vuelve para enterrarse de nuevo en la arena. Sus víctimas anteriores no podían huir a pie, piensas.

Una vez que os habéis alejado del oasis que es la trampa mortal para viajeros incautos, apesadumbrado, reanudas la marcha, y sigues el rastro de la caravana, con la esperanza de encontrar otro oasis o pozo.

Comentario:

Bien jugado Darki, :smt038 , gracias a tu cautela y desconfianza te has evitado un encuentro con un enemigo terrible contra el que tu espada valdría poco y ni siquiera la cota de malla te protegería de sus pinzas, en el supuesto de que la llevaras puesta

PD Claro que si te hubieras quedado y luchado contra el escorpión, podrías haber encontrado algo de oro y algún objeto.. pero en ese caso a la vista de las tiradas he preferido interpretar que huyes.

A ver si se anima más gente.
El Analandés
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Inciso: Tenías 15 monedas de oro de presupuesto, por lo que no había problema alguno para comprar el siguiente equipo, en el libro dice monedas de oro, pero son unos precios absurdos, deberían serlo en monedas de plata:

- Tienda
- Manta
- Antídoto
- Víveres (2 raciones)
- Y un odre de agua de 10 litros, a sumar a las 4 cantimploras que ya tenemos, que nos dan otros 4 litros.

Todo eso nos costaría menos de 2 monedas de oro (13 monedas de plata para ser exactos). Te quedarían una docena de monedas que como ya he dicho serían algo así como unos 600 euros. Cuando volvamos a la civilización (egipcia) habrá que pagar alojamiento y comidas.

Ahora bien, eso apenas da para el consumo de un sólo día de marcha, suponiendo que das de beber al caballo antes de salir y que encuentras el oasis. La caravana sólo te lleva un día de ventaja.

Lo problemático es que un caballo necesita comer pasto y mucha agua y ninguna de las cosas se encuentra en el desierto. Una rápida búsqueda en internet nos informa que por cada día de marcha en el desierto un caballo requiere al menos cinco kilos de forraje o grano, y cuarenta litros al día en el desierto, mienrtas que un hombre necesita dos litros de agua. Por lo que al huir del escorpión gigante te has metido en un problema. Vas a tener que darle todo el agua al caballo, porque si se muere de sed, tienes que abandonar todo el equipo. Y el autor hizo los deberes porque eso es lo que pasa en las siguientes secciones.

En retrospectiva, ahora echo de menos no haber recogido una lanza de entre las armas de los soldados del faraón que vencimos en el templo de Amón Ra, nos habría dado una oportunidad de matar al escorpión. Hay monstruos contra los que una espada es poco menos que inútil.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Narración: (fusiono varias secciones en función de lo anterior, ni aún teniendo agua te libras de pasarlo mal)


La reverberación del sol en la arena resulta insoportable. Tienes la lengua seca, el caballo no se tiene en pie de cansancio. Has exigido un esfuerzo excesivo a tu montura, que no estaba preparada para una prueba como ésta. Saltas al suelo y sigues adelante llevando a tu caballo por la brida.

No tienes elección, si muere el caballo perderás tu equipo y armadura. Necesita descanso y todo el agua que le puedes dar., cuando se recupere, quizá puedas volver a montar.

Sacas el odre de agua y echas el contenido en tu yelmo. El caballo bebe con avidez y apenas logras salvar unas cuantas gotas para humedecer tus labios apergaminados y agrietados por la arena. Tendrás que aguantar hasta que alcances la caravana o encuentres agua, este día o mañana.

Sigues tu camino a pie, fatigado a causa de la marcha forzada. A pesar del calor tienes que seguir las huellas de la caravana a la luz del día.
...

Avanzas penosamente. Cada paso hacia adelante es una dura prueba que nunca acaba. Extraviado, caminas como un autómata, con los labios hinchados, la lengua rasposa, los ojos malheridos por el resplandor abrasador del sol. Unos metros detrás el caballo te sigue al borde del agotamiento total.

...

Caminas desde hace horas. Al fin el sol desaparece en el horizonte y un amplio manto de sombras cubre las dunas. Te mueres de cansancio y decides dormir para recuperar fuerzas.

Tu rostro está cruelmente quemado por el sol. Casi ciego, con la garganta inflamada, caes sobre la tibia arena. Aunque tengas víveres, eres incapaz de comer. No sólo tu boca se niega a masticar, si no que temes ahogarte si pretendes tragar cualquier cosa.

...
Si has tenido la precaución de comprar una tienda, puedes montarla en la oquedad de una duna para protegerte del viento. De lo contrario te despiertas varias veces en el transcurso de la noche para apartar la arena que te sepulta poco a poco.

Si tienes una manta, no deberás temer el frío de la noche en el desierto. De lo contrario, debes resguardarte junto al caballo. A pesar de esta proximidad tiemblas de frío hasta el amanecer

(tienes una tienda yr también estáis abrigado por lo que al menos tanto el caballo como tú podéis reposar y emprender la marcha al día siguiente en mejores condiciones)

...

El sol se levanta y tienes que reemprender tu camino a pesar del calor sofocante que empieza a dejarse sentir. El reposo de la noche anterior te ha devuelto las fuerzas, aunque sientes hambre y estás sediento. Recoges tus cosas y sales en busca de la caravana, debes alcanzarla hoy o encontrar agua, o morirás. Al menos ahora puedes cabalgar, pidiéndole un último esfuerzo al caballo.

...

El viento ha borrado las huellas de la caravana, pero prosigues rumbo al norte. Puedes ver en leguas derredor y avistarás a la caravana en algún momento. En el peor de los casos, al caer la noche deberías poder ver el fuego del campamento a mayor distancia. Con esa esperanza te meces sobre el lomo del caballo, cubriéndote con la lona de la tienda a modo de capa para protegerte a ti y al caballo de los rayos del sol.

...

141

Cabalgas toda la jornada. Nada hace que tu mirada se aparte de la extensión de arena desesperadamente vacía. Pero cuando empieza a caer la noche y la fatiga te invade, divisas unas dos leguas al oeste a un numeroso grupo de jinetes, recortado contra el sol poniente. Encaminas a tu cansado caballo hacia allá. Los jinetes se han detenido. Según te acercas eres capaz de distinguir más detalles, a la luz incierta del crepúsculo. Una actividad febril reina en el campamento: algunos montan las tiendas paa pasar la noche, otros se reúnen en torno al fuego o dan de comer a los caballos y los dromedarios. La oscuridad ya es casi total y no logras saber si acabas de alcanzar la caravana tan anhelada. Hay un hombre en el exterior del círculo de tiendas. Sus ojos y oídos están alerta: es el encargado de velar por la seguridad de la caravana. Desmontas y te acercas hasta él evitando hacer ruido.

¿Te deslizarás tras guardia y acabarás con él ? - 456
¿Desenvainarás la espada para atacarle? - 474
¿o avanzarás al descubierto indicando que tus intenciones no son hostiles? - 516

- Suponiendo que el sol del desierto no te haya reblandecido los sesos, doy por sentado que elegís presentaros pacíficamente, en realidad poco importa si son bandidos o mercaderes, porque estás medio muerto de sed, y agotado, y no puedes pelear ni aun queriendo
Última edición por El Analandés el 20-Abr-2020, 0:08, editado 1 vez en total.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

516

El vigilante llama al jefe de la caravana, un hombre tosco y desabrido con las placas de cuero de su armadura llenas de arañazos, lo que demuestra tanto su valor en el combate como la resistencia de su coraza. "Buenas tardes, viajero. Mi nombre es Aratoth, pero quizá hayas oído hablar de mí con el sobrenombre de "Sin miedo"... Así es: hace ya diez años que guío caravanas por el desierto y nunca he sido víctima de la codicia de los bandidos de las arenas. Siembran la muerte y el terror cuando una caravana tiene la mala suerte de cruzarse en su camino u nadie ha sobrevivido lo bastante como para dar pistas que puedan llevar a su captura". Aratoth se queda asombrado ante tu ignorancia de sus hazañas pero te acoge con gusto. Aunque nunca haya sido atacado, la compañía de un valiente guerrero no es despreciable. "Extranjero", dice, "tendrás que pagar el precio de tu pasaje, 5 monedas de oro, aunque no nos hayas acompañado desde Tebas. La caravana te aportará protección y seguridad. Te permitirá descansar y llegar a buen puerto".

Paga lo que te pide y ve a 50

(te mueres de sed y no puedes regatear, hay otras opciones de entregarle un objeto de valor, pero teniendo dinero, para qué vas a regalarle un objeto mucho más valioso y potencialmente útil)

Actualización de objetos:

Oro:

8 monedas de oro de varios faraones y algunas monedas de plata de tu época.

Objetos de valor:
Sortija de rubí de tus antepasados (valor aproximado 100 monedas de oro)
Sortija con el ankh
Collar de perlas de la diosa Isis
Estatuilla blanca de halcón con corona de oro, efigie de Horus
Estatuilla verde de cobra, efigie de Seth

Provisiones:
-2 Raciones (no has comido nada por falta de agua)

Cantimploras y odre de agua:
-(en la caravana te dan agua hasta el próximo oasis)

Objetos mágicos:

Anillo invisibilidad
Anillo protección aparecidos
Papiro con sortilegio de petrificación
Papiro con sortilegio de obediencia
Medallón de plata de protección mental


Otros objetos:

Lámpara de aceite
Rollo de soga de cáñamo del barco
Tienda
Manta
Antídoto

Armas y armadura:

Cota de malla de hierro de pies a cabeza, yelmo, escudo bastante maltrecho, espada mágica de acero de Damasco
Puñal egipcio del sacerdote
Última edición por El Analandés el 10-Abr-2019, 21:55, editado 1 vez en total.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

50 (narración: sigo el texto y añado algún detalle)

Por fin puedes beber hasta saciarte. Luego piensas en comer, tras toda una jornada recorriendo vastas extensiones arenosas tu estómago gruñe molesto ante el mal trato que le inflinges. En primer lugar te aseguras de que tu caballo va a recibir el trato adecuado. Das de beber con cuidado al fiel animal, que te ha salvado de una muerte segura bajo el abrasador sol del desierto, y luego le das de comer, mientras le cepillas el pelo. El grano y el agua te los cobran a precios exorbitantes, pero estás tan agradecido de aliviar tu sed que pagas sin rechistar. Los camelleros te importunan con su curiosidad sobre cómo has alcanzado a la caravana y su extrañeza cuando les dices que montas a caballo, estás cansado y les rechazas con brusquedad.

Seguidamente lanzas una mirada en torno al campamento instalado para pasar la noche. Casi todos los viajeros y los camelleros se han retirado a sus tiendas para dormir. Sólo ves a un joven guerrero que juega con un gatito, un pequeño nubio acurrucado junto al fuego y un anciano canoso vestido con ricos ropajes.

¿Con cuál de los tres vas a hablar?

¿Con el joven guerrero? -261
¿Con el nubio? -469
¿Con el anciano?-458

Si prefieres no acercarte a ninguno vete al 353

Nota: un nubio es un negro, los habitantes de la región al sur de Egipto que sería el Sudán actual. Bárbaros en suma.

:smt017


PD para paranoicos, la caravana salió de Tebas antes de que rescataras a los sacerdotes en el templo de Amón Ra, y y también pasó por Antinopolis un día antes de que llegaran los soldados del faraón en tu busca. Por ahora y hasta que llegues a la civilización, estás a salvo.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por Dark-kia »

:smt038 Bien, continuamos con la historia.

Haciendo caso al dicho me acercaría al anciano, ya que el diablo sabe más por viejo que por diablo... :smt017 A ver que nos cuenta este anciano mercader. :smt026
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

Lo lamento mucho pero se me ha estropeado el ordenador ayer noche :smt010 a ver si tiene arreglo y puedo salvar el disco duro.

Creo que en el portátil de mi mujer funciona el escaner, así que intentaré escanear las secciones, porque con el brazo malo tampoco puedo estar mucho tiempo tecleando.

Bueno, si nadie más se apunta, haré la elección de Darki, yo encontraría más lógico hablar con el guerrero, porque es de tu edad y el Maestre Juan es un guerrero, pero a ver por donde nos lleva la aventura. Voy por el escaner.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

458

Con el cuerpo recubierto de una fina túnica de lino bordado con hilos de oro y plata el hombre parece tener unos sesenta años. Su ancha frente despejada y sus largos cabellos blancos le confieren un aspecto respetable. Su mirada se ilumina cuando te ve acercarte; una amplia sonrisa ilumina su rostro afeitado. «Buenas noches, extranjero», dice. «Me llamo Rutmés. Sólo soy un humilde comerciante de grano que ha decidido escapar a la agitación asesina que invade Tebas desde que Akenatón ha comenzado a regir el destino de nuestro país. No quiero entrar en asuntos religiosos, aunque es evidente que alteraciones como éstas no van a resultar beneficiosas para el comercio...Pero aquí estoy yo, hablando sin parar mientras tú desfalleces de hambre. Querrás, sin duda, compartir mi comida...» Te sientas frente a él, que te ofrece dos tortas de trigo y una jarra llena de cebada fermentada. Se trata de una cena insípida, pero nutritiva. Suma 2 puntos de Vida a tu total. «Antes de ofrecerte la hospitalidad de mi tienda, como exige la costumbre —sigue diciendo Rutmés—, permíteme que te ofrezca un trago del raro alcohol que antaño se destilaba en los viñedos de Macedonia. Se le atribuyen virtudes curativas milagrosas. El secreto de su fabricación se ha perdido con el paso del tiempo, y sólo quedan de esta bebida espirituosa unas cuantas frascas perdidas por el mundo.» Le das las gracias por tan generoso presente. Un dulce aroma llena el aire cuando destapas el frasco. Ya ha llegado el momento de irse a la cama. ¿Quieres beber el contenido del frasco antes de acostarte (vete al 258) o prefieres dejarlo para otro día (vete al 194)?
Última edición por El Analandés el 10-Abr-2019, 10:05, editado 1 vez en total.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por Dark-kia »

No tiene sentido beberlo ahora. Esperaría a cuando realmente lo necesitemos.
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Re: El Ojo de la Esfinge

Mensaje por El Analandés »

194

No has hecho más que tumbarte y ya tu espíritu vaga por el mundo de los sueños. Pero tu descanso va a durar muy poco. Te despiertas sobresaltado al oír ruido sospechoso a unos centímetros de tu cabeza y aferras el pomo de la espada. En la penumbra distingues a Rutmés, que está hurgando en tu mochila. Al verse sorprendido con las manos en la masa, el ladrón pone pies en polvorosa. Te lanzas en su persecución, gritando para prevenir a tus compañeros de viaje. Pero Rutmés es más ágil que tú en la oscuridad. Logra montar a camello y escapar en la noche antes de que hayas podido atraparlo. Desgraciadamente no se ha ido con las manos vacías. Elige al azar uno de los objetos que tenías en la mochila y táchalo de tus posesiones. Impotente ante la adversidad, vuelves a la tienda, que ahora es la tuya, para seguir descansando hasta el alba. Vete al 166.


Este es un tema recurrente en los librojuegos, no aceptes invitaciones a beber de desconocidos :smt030 podría haber sido peor, podrías haber perdido todo

De los objetos, he descartado los anillos y sortijas porque los llevas puestos en los dedos, y los objetos que no tienen valor material, como los raciones, papiross...etc, contando la bolsa de oro me salían una decena, le asigno un 1 a la bolsa y los siguientes a los demás de la lista hacia abajo he tirado un dado de 10 caras y ha salido un 6, el bribón te ha robado el brazalete de oro de control de serpientes


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Te despiertas a amanecer. Esta noche de descanso te ha permitido recuperarte de las penalidades pasadas en tu marcha. En el campamento reina la mayor agitación. La caravana se prepara para ponerse en marcha. Recoges tus cosas y te pones en marcha. . Ve al 203
Última edición por El Analandés el 19-Abr-2020, 23:22, editado 1 vez en total.
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